los vientos patagónicos sobre la mar de hielo, un océano congelado, un infinito
lienzo blanco donde la aventura está garantizada.
Dia 1- Patagonia nos da la bienvenida con viento y lluvia intensa. Somos 5
caracoles: 5 armarios repletos de comida sobre los hombros de 5 personas llenas
de ilusión, incógnitas y miedos. Portemamos nuestra carga hacia “La playita”
hasta que un estero (torrente) nos impide el paso, tal vez mañana.... volvemos
al Chaltén empapados y hambrientos, nuestra ultima noche en cama.
2- Con la 2º carga rehacemos el camino de ayer, conseguimos cruzar el estero
(unos con más dignidad que otros) y al anochecer bajo la lluvia en La Playita:
5 trineos, 10 mochilas, 2 carpas, esquis, ininifad de comida y 5 vagamundos
empapados intentando cenar algo caliente.
Dormimos bajo el constante rugir de los serac, que caen ininterrumpidamente en
el glaciar superior.
3- La meteo sigue.... INESTABLE, es decir lluvia y viento, todo un clásico. A
mi me dan fiesta, me duele mucho la rodilla y el pie, me alegro porque no
apetece nada salir del saco, pero estoy deprimido y rabioso, si no mejora mi
pie tal vez tenga que regresar.... Mierda llevo 2 años soñando con esta
aventura....
Veo partir a mis compas con “los pesados cerdos” hacia el paso Marconi, a la
tarde vuelven empapados y con la carga, no han encontrado el paso, un día
perdido y pesadumbre en el ambiente, el mal tiempo nos cala hasta el espíritu.
La frase del día: ¿que te hace pensar que puede volver a llover?
4- Con nuevas energías subimos de nuevo hacia Marconi, hoy la lluvia da tregua
a ratos e incluso vemos el sol, también en nuestro espíritu se disipa algo la
niebla, encontramos un posible paso por roca bajo desafiantes seracs y dejamos
un depósito. En la cena, entre mate y mate Pako nos plantea su retirada, no lo
ve claro, tiene demasiadas cosas en la cabeza y no se ve preparado para lo que
nos espera más allá de Marconi. Me da tristeza despedirlo, pero le comprendo,
es necesario tener muchas ganas y la cabeza en su sitio para lo que nos
aguarda.
5- Nos despedimos de Pako y subimos de nuevo, instalamos una cuerda fija para
superar unos pasos de roca con nuestros armarios bajo intensa lluvia y por fin
estamos sobre el campo de hielo sur, pero la visibilidad es nula, el Gps nos
guía y a la tarde estamos en el refugio chileno; es maravilloso, un lugar seco
y acogedor después de 5 días de humedad. Además despeja al anochecer y por fin
vemos la plancha helada, las cumbres,.... la sensación es indescriptible, sólo
por esto mereció la pena llegar acá, somos felices, que lástima que Pako no lo
pueda compartir con nosotros.
6- Hoy era nuestro “sleeping day”, pero toca volver a bajar a por el depósito
del 4º día. Dejamos de ser caracoles para volvernos perros de trineo. A la
tarde esquiamos sufriendo el viento blanco (ventisca) patagónico por 1º vez,
aunque suene raro, disfruto del momento remando a contra viento; estoy en
patagonia y es a lo que he venido.
Al anochecer llega Sebastian, un alemán encantador y muy buen montañero que
ameniza la velada.
7- Ascendemos hacia el Gorra Blanca con fuerte viento y nula visibilidad,
Cester decide quedarse descansando en el Refugio. Sebastián asciende rápido y
decidido, un estupendo compañero. A las 3h yo ya tengo bastante, me sigue
doliendo el pie, el tiempo es horrible, pierdo la motivación y vuelvo esquiando
al refugio. Allá está Cester hogareño, un mate, buena música y un tablero de
ajedrez, esto me gusta mucho más.
A las 15h, mientras lucho con Cester para no acabar en tablas, nos llaman de
cumbre, han escalando el hongo somital envueltos en un infierno blanco, no me
dan ninguna envidia los alpinistas.
A la tarde despeja y vemos llegar otro grupo a lo lejos, intentamos ser
hospitalarios, pero son 4 tipos muy antipáticos, y nos sentimos totalmente
invadidos.
Celebramos el cumpleaños de mi hermano con una copiosa cena, en realidad fue
hace 4 días pero a todos se nos pasó, ahora está despejado y es un buen
momento para festejarlo.
8- Preparamos nuestros trineos y partimos hacia el Lautaro, somos auténticos
novatos en el tema y las 2 primeras horas parecemos una troupe de payasos
patinando sobre el hielo. SALE EL SOL, a la par que mejoramos nuestra habilidad
de arrastre. Tenemos 25 km por delante, mi hermano queda atrás y caminará 10
horas en soledad, sólo interrumpida hora a hora con unas palabras de aliento y
alguna tontería por el walkie.
Es tan bonito todo, estoy donde quiero estar en este preciso momento, a mi
espalda los colosos (Cerro Torre, Fitz Roy,...) adelante Lautaro (3600 mts, el
más alto de la zona) y a los lados el infinito mar blanco.... uno se siente
diminuto entre tanta inmensidad de nada y a la par agradecido de poder dibujar
una línea con los esquís sobre este precioso lienzo.
A las 21h30 montamos campamento bajo el inmenso Lautaro y a las 23h30 llega mi
hermano a tiempo para para la cena.
9- Por fin un día de descanso y preparación de la ascensión de esta noche, la
meteo es sorprendentemente estable. Hacemos vida de campamento, algo que se
convertirá en una cotidianidad: Secar ropa, levantar muros contra el viento,
derretir nieve, reparar material, leer,...
1 a.m. Un desayuno rápido, está despejado pero el barómetro desciende y la
temperatura es demasiado alta (5ºC). Cester y Jorge no están motivados y quedan
durmiendo, mi hermano y yo vamos a intentarlo...
2 a.m. Partimos y al poco el viento hace su aparición estelar y la lluvia
envidiosa lucha por robar protagonismo. Mierda, si al menos el mercurio bajara
de 0º.... va a ser una noche de Rok&Roll.... Subimos guiados por los puntos que
marqué ayer en el Gps, 3h después evaluamos la situación: empapados,
congelados, viento increíble, grietas que quitan el aliento.... mi hermano me
mira: Por mi es suficiente, pero si tu quieres yo te sigo (que hermosas
palabras, está dispuesto acompañarme hasta el fondo del infierno si hace falta,
eso es un hermano). Pero ya está bien, VOLVEMOS, lo intentamos, Lautaro no
desea compañía y no queremos ser pesados, mejor dejarlo tranquilo.
La bajada se vuelve emocionante (por decir algo), no vemos nada y sabemos que
estamos en un mar de grietas, no queda más que esquiar a ciegas, a golpe de Gps
y confiar en nuestra buena fortuna. Ni en mis peores pesadillas pude imaginar
una escena más idílica.
10- Los hermanos dormitamos mientras Cester y Jorge hacen un 2º intento a
cumbre, a medio día retornan, demasiado calor y viento, no hay condiciones para
ascender.
A la tarde se vuela una esterilla, practicamos espelo-grieta para rescatarla,
a la noche la lluvia tumba los muros y toca levantarse de nuevo a rehacerlos,
empezamos a ser unos expertos del bloque-hielo.
11- Decidimos partir, el Lautaro seguirá guardando su misterio, no me apena,
no siempre han de alcanzarse los sueños, sólo el mero hecho de perseguirlos ya
es una aventura apasionante que da vida a la existencia. Tomamos de la vida
cuanto podemos, más es lindo saber perder.
33 km nos separan del Circulo de los Altares, prevemos 2 jornadas, pero una
idea genial la convierten en un agradable paseo; LA COMETA: El viento es
favorable, unas lonas antilluvia atadas al arnés se convierten en improvisadas
cometas, cada una tira de 2 personas y 2 trineos. Al rato somos auténticos
expertos del sky-surf, es formidable llegamos alcanzar hasta 28km/h, a media
tarde estamos en nuestro destino tras un divertidísimo día.
Pero la alegría dura poco: !Hemos perdido una carpa! Suerte que la noche es
buena, cenamos al raso e improvisamos un vivac con las lonas para pasar la
noche.
12- Plan de ataque: repasando fotos y Gps tenemos la certeza que la carpa está
a menos de 12km, 2 personas salen al alba a buscarla mientras los otros se
preparan, si a las 10h no comunican encontrarla, estas últimas partirán hacia
un refugio que hay a unas 9h de marcha.
A las 11h estamos todos desayunando entre risas en la carpa extraviada, el
Torre se muestra, jugamos a las cartas y todo es hermoso hasta que....Un golpe
de viento (algo cotidiano acá), Jorge se asoma: a ver si está la otra carpa,
entra nos mira indiferente y dice: Pues no está.....¿¿¿¿QUE????..... estrés
generalizado, la carpa vuela montaña arriba tirando todas las cosas de Jorge y
Cester por grietas y morrenas: Sacos, Guantes, Comida, Ropa..... De nuevo
podemos decir que tenemos suerte, el mal trago se salda con el Gps perdido y
una carpa con más cinta americana que tela.
Esta vez excavamos una trinchera enorme y levantamos un muro más alto que
nosotros mismos. Pero no hemos terminado de cenar que ya estamos
semi-sepultados por el muro que el viento derriba, otra vez a palear nieve,....
un día muy largo... este huracán me resulta antipático y la cosa se está
poniendo seria de verdad, apenas dormimos, cada ráfaga nos despierta.
13- Que casualidad tenía que ser el día 13, el día Arranca, porque no amanece,
estamos en un infierno blanco. Las ráfagas se escuchan llegar, como 5 segundos
antes, el tiempo justo para tirarte al suelo y resistir el envite... nunca
imaginé que existiera tanto aire junto, ya podían cerrar la puerta los
chilenos.
Nos vamos, bueno mejor dicho, HUIMOS, nos están echando y hoy es la 1º vez que
siento ganas de salir de acá, quiero apretar el botón rojo y teletransportame a
mi casa. Para mi el día es realmente muy duro. Empapado, totalmente helado, el
glaciar de hielo vivo y lleno de grietas, el avance es lentísimo. El trineo se
cae en una grieta, casi me arrastra a lo oscuro, pienso en cortar la cuerda y
mandarlo a la mierda, Cester me rescata....
Al atardecer somos caracoles de nuevo vagando por la morrena del Vietna
desesperados por plantar campamento donde no salgamos volando. Todo se moja,
incluso los alimentos envasados al vacío están empapados, la humedad nos invade
14- Amanecemos tapizados de nieve en Laguna Esquís, sigue haciendo frío y
viento, pero sabemos que ya casi estamos fuera de peligro. Nuestras mochilas
son inhumanas, es necesario 2 personas para levantarlas, cada poco el viento
nos tumba y parecemos escarabajos panza arriba.
Queremos despedirnos con dignidad, así que porteamos la ½ del material a paso
del Viento y bajamos a dormir al refugio homónimo: 2 bancos y una silla, no
pedimos más, que poco hace falta para ser feliz. ¿Que hacen 4 maños en el
refugio tras 14 días en el Hielo Sur?... Jugar al guiñote.
15-El barómetro sube sin parar: SOL Y BUEN TIEMPO, somos pesados caracoles
pero hoy todo se ve más lindo, incluso vemos verde por primera vez, el mundo es
tan hermoso.... Una tirolina nos salva de un desagradable baño y a las 18h
acampamos bajo las Lengas (arbol típico de acá) de laguna Toro.
16-A etapas de 1h, nuestros hombros no soportan más, llegamos al Chaltén: lo 1º
atiborrarnos de facturas, alfajores y demás dulces, 2º ducharse tras 16 días
(daba miedo acercarse a nosotros), en el hostel (Aylen-Aike) Sebastián es todo
hospitalidad, sientes como si volvieras a casa, nos reencontramos con Pako y 3º
Ir a la cervecería del Chaltén y pedir: !De lo mas caro....Dos!, la camarera
nos pregunta si acabamos de salir de las cavernas.... ufff
17-El planing era reposo absoluto pero la meteo predice una ventana de buen
tiempo, es algo demasiado especial acá para desperdiciarlo, así que rehacemos
mochilas nos preparamos a partir de nuevo, ¿Existirá alguna vez el día de
descanso o es una leyenda?
18- Poll, un americano, parte junto con Cester, mi hermano y yo hacia la
Guillaumet, con los hombros maltrechos ascendemos rápido hacia Piedras Negras,
la aguja Gullaumet nos desfía sobre el campamento mientras la luna nos
deslumbra.
19- 5:30 a.m. Las estrellas nos velan mientras danzamos entre glaciares y
granito. Falta algo, alguien siempre presente en patagonia: NO HAY VIENTO, su
ausencia me duele en los oídos. Un collado nos abre el mundo hacia Paso
Superior y al alba ya estamos superando la rimaya, un paso vertical y 200 mts
de hielo a 60º desembocan en un mixto (hielo y roca); aparto la nieve, pongo un
friend... bueno mejor dos.... y también un clavo... no estoy muy intrépido pero
las ganas me pueden, al final piolets a roca, unos pasos nada estéticos y
varios rotos en la parca me llevan al collado. Cambio de rollo, fuera botas y
piolets, dentro gatos y a escalar.... posiblemente el mejor granito del
mundo...La arista es preciosa, me encanta escalar, me siento pletórico. Abajo
Cester se esfuerza por entenderse con el americano (ninguno habla el idioma del
otro), caen risas y disfrutan de la trepada.
A las 16h nos abrazamos en la cumbre, la emoción me embarga, ni tan siquiera me
había atrevido a soñar con esto y ahora estoy acá, sobre la Guillaumet. Un
Condor pasa a mi lado y me saluda, es enorme, patagonia nos premia con un día
inolvidable. Al Oeste el Torre y más allá el Campo de Hielo Sur, el Lautaro, el
Gorra Blanca, al Sur sobre nosotros el Fitz Roy, al Este el Paso Superior y el
Chaltén.... tantos sueños cumplidos, tanta maravilla,.... plenitud....
Una infinidad de rápeles, 1h30 perdida por una cámara olvidada en cumbre y
llegamos al collado a la hora de la brisa, nuestro indeseable compañero a
vuelto y trae consigo la tormenta. El descenso se vuelve eterno, a las 23h nos
pillan en Piedra del Fraile (una propiedad privada) mientras intentamos
escaquearnos de pagar por cruzarla, Discutimos pero estamos muy cansados,
pagamos el “impuesto revolucionario” y seguimos nuestra penitencia, a la 1 a.m.
Llegamos a la pista pero por supuesto hemos perdido el remix (taxi), nos
tiramos en la cuneta a dormir bajo la lluvia, 20h de actividad son suficientes.
Pienso que necesito parar, asimilar tantas aventuras, dejar que mi maltrecho
cuerpo se recupere, es tiempo de descanso.
MIGUEL POLLAN